miércoles, 9 de septiembre de 2009

Omaira Sánchez.


Omaira Sanchez - Frank Fournier.Esta entrada es un poco especial, y seguramente llamará la atención en un blog que pretende ser humorístico, pero ha venido a mi cabeza viendo unas terribles inundaciones en el telediario una imagen que me ha hecho acordarme de Omaira Sánchez.

Para quien no recuerde su historia, Omaira Sánchez, fué una niña colombiana de 13 años que vivió una catastrófica erupción volcánica que arraso el pueblo del Armero en 1985 y que quedó sepultada hasta la cabeza entre los restos de la erupción, una enorme de fango y los cadáveres de su familia.

Su agonía entre los restos duró tres días, a duras penas a flote en una cenagosa charca de agua estancada y lodo. Los esfuerzos por liberarla fueron infructuosos, con los medios que tenían los socorristas hubieran necesitado cuanto menos amputar sus piernas para poder sacarla de su horrible trampa, pero no tenían la posibilidad de operarla y hubiera muerto desangrada. Las opciones pasaban por conseguir una motobomba para extraer todo el agua, pero ésta nunca llegó. Las opciones quedaron reducidas a esperar: o la motobomba o su muerte, lo que llegara primero.

Periodistas, cámaras, socorristas se apiñaron junto a ella durante el tiempo que duró su mortal cautiverio, ofreciéndole agua y montando un pequeño sistema con un neúmatico que evitaba que se acabara de hundir en el creciente fango. Pero lejos de ser capaces de ayudarla u ofrecerle consuelo, fué ella quien con una anormal entereza les relató la historia de su familia, sus deseos por volver a la escuela, mandó un mensaje a su madre a través de las cámaras de TVE y les cantó en todo momento animadas canciones, hasta que finalmente falleció a causa de una gangrena.



Su historia dió la vuelta al mundo, y todos quienes estuvieron con ella, quedaron marcados. por su enorme personalidad y caracter. Nunca nadie quedó lo bastante convencido de que no se pudiera haber hecho otra cosa que esperar, pero al final Omaira, perdió su breve vida, en aquella trampa de fango y lodo.

La fotografía fué tomada en 1985 por el fotógrafo Frank Fournier.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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