Sin lugar a dudas, de entre todos los juegos de mesa, el más fascinante es el ajedrez. Este juego, mezcla de estrategia y matemáticas, ha fascinado durante cientos de años a infinidad de personas y sin duda seguirá haciéndolo durante mucho mas tiempo.
Su origen, a día de hoy es un misterio, aunque se le atribuye a muchas pueblos y civilizaciones tales como los árabes, los hindues o los chinos. En todo caso, parece que nadie duda de que su procedencia sea oriental.
Su origen, a día de hoy es un misterio, aunque se le atribuye a muchas pueblos y civilizaciones tales como los árabes, los hindues o los chinos. En todo caso, parece que nadie duda de que su procedencia sea oriental.
Una de las leyendas más curiosas, en la que se explica su misterioso origen nos transporta hasta la India, donde reinaba un monarca vanidoso y tirano. Su pueblo, se encontraba así sometido a los caprichos y deseos del despótico soberano.
Cerca de allí, un modesto aunque extremadamente inteligente matemático llamado Sissa, inspirado por la crueldad del monarca, invento un juego en el cual, siendo el Rey la figura más importante del juego, necesitaba de toda una cohorte de piezas, desde peones representando a los vasallo, caballeros, torres y alfiles como sus visires para poder garantizar su supervivencia y su éxito.
Con la intención de hacer recapacitar al monarca, Sissa, ofreció y mostró al soberano y a toda su corte de Visires su juego, explicándole así, la dependencia del soberano hacia su pueblo y del pueblo hacia su soberano. El monarca, avergonzado e impresionado, prometió recapacitar y tratar a su pueblo con mayor respeto y justicia y ofreció a Sissa, que eligiera la recompensa que desease, oro, joyas, palacios..., como premio por su sabiduría y su impresionante juego.
Sissa, decidido a darle una lección definitiva al monarca y rebajar su soberbia dijo, tras reflexionar un momento: -Majestad, no quiero oro, ni joyas, tan sólo querría un poco de trigo. Me conformaría con que pusieseis un grano de trigo en la primera casilla de mi tablero de ajedrez, dos en la segunda, cuatro en la tercera, y así doblarlo sucesivamente hasta las 64 casillas del tablero.
El monarca no puedo evitar sonreir y mirarle con una cierta condescendencia, mientras llamaba a sus sabios personales para que realizaran el cálculo, y pensando que con un pequeño saco de trigo sería suficiente. Su sorpresa fue mayúscula cuando a medida que sus sabios efectuaban el cálculo, y aún antes de llegar a la casilla 31, la cantidad ascendia a mas de mil millones de granos de trigo.
Cuando terminaron de calcular, el soberano quedo abatido, la cantidad final ascendía a varios trillones de granos y no había cantidad suficiente en todo el reino para cubrir el pago.
Una vez visto esto, Sissa, renunció a su recompensa, llevándose consigo el mejor de los premios... Había dado al mezquino rey... una soberana lección.
¡Jaque Mate!
Por si alguien está interesado en los números, para calcular el numero de granos exacto debeis hacer 1 + 2 + 4 + 8 ... + 2^63 = 9.2 × 1018 granos de trigo, es decir, un 9 seguido de 18 ceros.
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